Bill Bixby tenía todo para ser feliz. Era uno de los actores más queridos de la televisión estadounidense, con papeles icónicos como Tom Corbett en "Buscando novia a papá" y, por supuesto, David Banner en "El increíble Hulk". Detrás de su carisma en pantalla, sin embargo, se escondía un hombre que haría lo imposible por sostener a su familia… y que terminaría perdiéndolo todo.
En 1971 se casó con la actriz Brenda Benet, y juntos dieron la bienvenida a su hijo Christopher tres años después. Eran una familia luminosa, consolidada en la industria, y durante un tiempo, la felicidad pareció ser parte de su rutina. Pero con los años, la relación comenzó a deteriorarse. En un intento desesperado por recuperar lo que alguna vez los unió, Bill invitó a Brenda a participar en un episodio de "El increíble Hulk", buscando un reencuentro emocional. La realidad, sin embargo, ya los había separado.
A pesar de la ruptura, Bill siguió presente en la vida de su hijo. Amaba profundamente a Christopher y trataba de mantener la calma en medio del c@0s. Pero el destino fue crv3l. En marzo de 1981, durante unas vacaciones con su madre, el niño partió repentinamente a causa de una inf3cción. El pequeño tenía tan solo seis años.
La pérdida dejó una marca irreversible en ambos padres. Un año después, Brenda cayó en una profunda d3pr3si*n y tomó la decisión más dev@stad0ra: aut*elim!n4rs. En menos de dos años, Bill había perdido a su hijo y a la mujer que una vez fue su gran amor.
A partir de entonces, siguió trabajando, pero ya no era el mismo. Sus compañeros notaban la tristeza detrás de su sonrisa, la falta de brillo en sus ojos. Luchó por mantenerse en pie, hasta que años más tarde, una enfermedad terminal lo obligó a despedirse definitivamente. El 21 de noviembre de 1993, Bill Bixby partió a los 59 años. Sus cenizas fueron esparcidas en el océano Pacífico, junto a las de su hijo y su padre.
Y es que a veces, ni toda la fama del mundo puede salvar un corazón que ya no tiene a quien amar. 💔🕊️✨
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